El ninja médico, Kabuto Yakushi

por **Kabuto** Jue Jul 04, 2013 9:28 pm

Kabuto Yakushi:

Apodo
Snake Cloak | The Doctor | The Tactician

Nombre
Kabuto

Apellido
Yakushi

Edad
23 años

Empleo
Médico

Raza
Metamorfo

Sexo
Masculino

Nacionalidad
Japonesa

Sexualidad
Demisexual

Descripción Física

Kabuto se trata de un metamorfo, por lo tanto tiene la habilidad de cambiar su forma física aunque su personalidad en ambas es idéntica, sólo cambiando ligeramente sus habilidades. En ambos casos, mantiene en común su estatura que son 177 cm de alto, pesa alrededor de los 65kg y su tipo de sangre es AB —que según en su tierra de origen, se dice que los que tienen tipo de sangre AB son “Rectos a categorizar”. Posee anteojos circulares con aumento. Sin ellos, no importa que apariencia tenga, no puede ver bien.

La primera apariencia pasa a ser un ser humano normal. Sus ojos son de color negro con el cabello blanco, que se mantiene casi siempre en una cola de caballo. Tiene algo particular en cuanto a la ropa, y es que siempre viste acorde al entorno, nunca destacándose. En ocasiones se mimetizaría.

Pero lo especial de él es su segunda apariencia. Su antiguo mentor fue un hombre que parecía más animal que humano, similar a una serpiente. Cuando este falleció, Kabuto se inyectó a si mismo injertos de células y tejidos que comenzaron lentamente a posesionarse de su cuerpo, pero se resistió. Después de algún tiempo él logró el control sobre el material genético de su antiguo mentor, cambiando su aspecto drásticamente teniendo escamas en la cara, en los brazos y presuntamente, el resto del cuerpo. Llegaría a tener la forma de una verdadera Quimera, arrastrándose con una enorme cola en vez de piernas, donde en el extremo está una cabeza de serpiente como familiar. Entonces viste una toga que le tapa el cuerpo entero hasta el suelo y se yergue una capucha.

Actualmente tiene control en cuanto su apariencia, pero no es que cambie a voluntad. Hacerlo requeriría una muy fuerte razón, pues una vez tiene su estado completo de Quimera ocuparía algo más que todo su Chakra para volver a la normalidad.

Descripción Psicológica

La personalidad de Kabuto es difícil de discernir, ya que es un hombre sádico con humor ácido pero amable. Su carácter presenta un fuerte sentido de adaptabilidad ante diferentes situaciones aunque en general es una persona introvertida y solitaria. Le gusta jugar con la mente y particularmente con las emociones de sus enemigos, señalando sus debilidades, a fin de manipularlos para cumplir sus objetivos. Aunque diga que no le gusta forzar a nadie que estos hagan cosas contra su voluntad, se contradice manipulándolos psicológicamente actuando cordialmente con ellos, demostrando así una verdadera personalidad desagradable. Pero a pesar de su personalidad fría, tiene verdaderos conflictos internos consigo mismo. Que se trata de una inseguridad acerca de su identidad, y s algo que ha sufrido durante la mayor parte de su vida. Al no saber él mismo Quién es, ha desarrollado una especie de necesidad para investigar y recolectar masivamente información y así encontrar algo que le satisfaga, haciéndole sentir completo.

Siguiendo con su descripción, el siempre trata de mantener un comportamiento diplomático. Por ejemplo, teniendo presente el grado de autoridad de una persona y hablándole con su respectivo respeto. Usualmente las personas parecen desconcertarse por los pensamientos de Kabuto, porque a veces es posible verse que trabajan de una manera un tanto retorcida. Como antiguo espía que fue, miente a menudo a cerca de quién es adoptando diferentes papeles y personalidad como si fuera lo más natural en el mundo. Las lealtades presentes de Kabuto todavía no están claras debido a sus muchos comentarios contradictorios y acciones. Pero obedece muy bien órdenes, yendo inclusive muy lejos como para salvar su vida y es capaz de ayudar a otros, si eso conlleva un beneficio personal.

Gustos

• Jamás lo dirá, pero el objeto más fuerte sentimentalmente hablando son sus anteojos.

• Una afinidad extraña hacia los cadáveres. Son objetos de sumo interés para él. Particularmente, experimentar con los cuerpos.

• Desarrollar medicamentos, en particular aquellos que alteran el organismo afinando los sentidos. Es un químico experto, creando toda clase de cosas drogas, incluyendo sueros de la verdad.

• Los bisturíes. Aunque no sea un gusto, suele tirarlos como si de Kunais se trataran.

Odios

• Odia reconocerlo, pero es un dato curioso: en una ocasión se asustó mucho cuando una avispa voló cerca de su cara. Gritó y se hizo corriendo hacia atrás. Posteriormente se deshizo de ella, pero no le fue agradable asustarse cuando tiene la conciencia de que pocas veces lo hace.

• Nunca haber sido necesitado por nadie.

• Él manifiesta no ser bueno en el Taijutsu, que es la pelea cuerpo a cuerpo. Aunque ha demostrado tener una gran habilidad, rivalizando contra expertos en Taijutsu.

Historia

Los orígenes de Kabuto se encuentran ubicados en una de las regiones más aisladas del mundo, en un pequeño conjunto de naciones colindantes entre sí, ocultas entre el archipiélago japonés. Se cree que es el único sobreviviente de una aldea que fue completamente destruida cuando se desatara entre las naciones una guerra, convirtiéndose en un particular campo de batalle. Durante los siguientes días del macabro suceso, hubo gente de los alrededores que recorrían el lugar calcinado por las llamas pero no encontraban nada a su paso, salvo tragedia y soledad. Fue entonces que una de las voluntarias, una monja proveniente de un orfanato de nombre Nono, encontró apartado del camino a un pequeño alrededor de cuatro años, mal herido y con un golpe en la cabeza e inconsciente. No dudando fue corriendo para su pronta ayuda. Siendo ella una antigua ninja médico retirada se encargó personalmente del desdichado infante mientras le atendía en la enfermería del pequeño orfanato. Cuando despertó, se vio rodeado de la monja y de los demás niños que estaban curiosos. Pero cuando preguntaron por su nombre, el niño tímido y callado no dijo nada. Cuando preguntaron por sus padres y la aldea, no dijo nada. Y cuando le preguntaron si recordaba algo, tampoco dijo nada, no sabiendo absolutamente nada, dándose cuenta todos que había perdido la memoria. Así que fue adoptado en ese mismo instante por todos ellos y le dieron un nombre: Kabuto, en honor a un casco samurái (Kabuto en japonés) que uno de los huérfanos le puso encima para que nunca se volviera a golpear la cabeza.

Esa noche, mientras trataba de dormirse, logró escuchar una conversación en la puerta y decidió asomarse, sin embargo terminó resbalándose con la puerta y cayó al frente de la monja que lo rescató y los dueños del orfanato, quienes lo regañaron preguntándole por qué no respetaba el toque de queda mientras le piden que lea el reloj. Pero Kabuto no respondió. Los dueños pensaron que era un simple niño poco inteligente que no sabía leer. Sin embargo, la monja notó que forzaba mucho la vista así que quitándose sus anteojos se los puso al infante y con facilidad este logra decirles que eran las 9 de la noche. Después de eso, la monja decidió regalarle sus gafas, y el niño rompió en lágrimas en aquel instante.

En los siguientes tres años que estuvo viviendo en el orfanato, Kabuto aprendió Ninjutsu Médico gracias a la monja que ahora veía como una madre, y era experta en aquel arte de la medicina. Tenía mucho talento, logrando curar a ninjas heridos los cuales llegaban constantemente por la guerra que asediaba por todas partes y así recaudaban dinero para el pequeño orfanato. En una ocasión, de entre los hombres que curaba, un ninja le llamó la atención preguntándole si no quería ser entrenador por él como un mentor y le enseñaba el camino del ninja, diciendo que veía potencial en él. Kabuto rechazó, diciendo que no estaba interesado y que seguiría ahí, con su familia en el orfanato.

Kabuto siempre tuvo el mal hábito de escuchar conversaciones ajenas a través de puertas o ventanas, ya que nunca lograban descubrirlo a pesar de hacerlo por simple diversión. Pero ese mismo día donde estuviera el grupo ninja de visita, logró oír una conversación en la dirección que tenían entre el líder del grupo con los dueños del orfanato y su madre. Estos le pedían a ella que hiciera una misión secreta, a pesar de estar retirada y vivir una vida tranquila y normal, por lo que rechazó hacerlo. Y entonces, para horror de Kabuto, escuchó cómo aquel líder comenzó a amenazarlos de que si la misión no era aceptada, el orfanato estaría destinado a desaparecer. Y cuando su madre Nono estuvo a punto ceder ante dicha amenaza, el líder descubrió al niño que todo oía a través de la ventana y dijo al aire que si la mujer no iba, muy bien, pero que a cambio se llevarían a algún niño y haría la misión por ella. Nono dijo que en ningún caso permitiría que alguno de sus niños tuviera aquel final, pero el líder se limitó a contestarle que si salía algún voluntario las cosas simplemente se arreglarían, y que si nadie se ofrecía ella terminaría yendo y fin del asunto. Pero Kabuto se ofreció, voluntariamente. Para salvar al orfanato y también a su madre, para que no se separara de aquel lugar que tanto necesitaban ayuda. Él se sacrificaría, por su madre y sus hermanos. Por su familia, que eran todo para él.

Y fue así cómo se convirtió en un espía trabajando para “La Raíz”, como se hacían llamar a sí mismos aquel líder ninja y sus hombres. Kabuto empezó todo eso a la edad de siete años, los cuales pasó constantemente en movimiento recorriendo cada una de las naciones misión tras misión, madurándose como persona mientras fingía vidas que no eran de él y simulaba ser alguien que no era. Siempre de bajo perfil, invisible entre lo visible, proveniente de todos los lugares y al mismo tiempo de ningún lugar. Todos los días durante todos aquellos largos años metidos profundamente en la mugre de la guerra, la desolación y sosiego, en la miseria que viviera a carne viva de los hombres, escondiéndose para salvar la vida de enemigos escondidos a su alrededor. De noches en vela con el riesgo de ser atacado si vacilaba pestañear tras solo un instante, pudiendo ser sorprendido por el enemigo en cualquier momento y de cualquier lugar. De cada esquina, de cada puerta, de cada sombra, árbol y roca. Destinado a desconfiar de todos los que estuvieran cerca. Infiltración. Información. Retirada. Tres pasos primordiales para la eficiencia de un espía. En ocasiones era inevitable no tener desagradables enfrentamientos contra ninjas que lo descubrieran, teniendo asesinarlos en aquel instante por el simple hecho de haber conocido su rostro.

Había ocasiones donde sentía mucho dolor, por culpa de las heridas. Pero al ser un ninja entrenado en el arte médico, él se encargó de curarse a sí mismo. Era una necesidad de vida o muerte, muchas veces. Pues al estar solo, no contaba con ayuda. Y eso estaba bien para él, pues no confiaba en nadie. Pero en aquellos momentos de inusitada soledad y melancolía, a veces era difícil no evocar los recuerdos del orfanato, recordándose era por ellos la persona que era ahora. Y eso le consolaba, arrancándoles pequeñas sonrisas al saber que era alguien importante para algunos que eran muy importantes para él y era todo lo que ocupaba. Entones miraba su reloj y se decía, con son de broma, que ya eran las 9 de la noche, el toque de queda. Y fue durante una de esas noches cuando pensara eso con la guardia accidentalmente baja que lo atacaron por sorpresa.

Todo paso muy pasó muy rápido. Un ninja escondido de entre las hojas de lar árboles se lanzó contra él, tan rápido y silencioso que parecía ser invisible. Pero el joven logró contraatacar el ataque del enemigo siendo todavía más rápido que este y le derribó, clavándole un Kunai justo en el pecho, tan profundo que le dio en el corazón. Y todo iba bien hasta que, con profundo horror, descubrió el rostro del ninja viendo ante él el rostro de su madre Nono, que no viera desde hace ocho años. Entonces trató desesperadamente de curar sus heridas, tratando de todos los medios parar de la hemorragia, diciendo que la salvaría y también entre gritos mentales por qué le había atacado. Entonces mujer preguntó “¿Por qué me ayudas? ¿Quién eres tú?”. El contestó que era Kabuto, su hijo y que no se preocupara porque iba a salvarla. Pero ella le miró como quien observa a un extraño, sin identificar para nada al muchacho frente a él. “¿Quién eres tú?” volvió a preguntar, desconociéndolo por completo. Y apenas se dio cuenta, ella ya estaba muerta. Muriendo sin saber quién era él.

Después de eso, después de que su madre muriera por su culpa, de que ella no supiera de quién era él, fue a un río a limpiarse de toda la sangre cuando apareció justo adelante aquel mismo ninja que, años atrás, se había ofrecido para llevárselo y ser su mentor. Y antes de que Kabuto pudiera atacarle, el otro hombre le detuvo diciendo que podía explicarle por qué su “Madre” no le había identificado antes de morir. Él accedió seguirlo en consecuencia, llegando al recinto privado de este extraño hombre que al parecer era un científico y biólogo, en medio de una habitación completamente equipada para dichos propósitos de investigación. Fue en esa misma habitación, donde le contó a Kabuto que este era —según para La Raíz— no era nada salvo un objeto que podía ser utilizado a placer y beneficio propio. Kabuto, que voluntariamente se había reclutado para salvar a su orfanato, en realidad nunca había servido de nada. Si acaso, fue utilizado como algo de chantaje para mantener a la ninja Nono controlada. Al final, le dijeron a la mujer que si aceptaba una misión para matar simplemente a una persona, Kabuto regresaría como manera de pago. Sin embargo a la persona que a ellas les asignaron para asesinar fue a Kabuto mismo.

Ella no le había reconociendo porque en el transcurso de todos esos años, tanto a ella como todos los niños del orfanato, los de La Raíz le habían creado a una persona falsa que había tomado su lugar. Por medio de fotografías, reportaban a una persona con rasgos similares y le injertaron su nombre, su imagen y su vida. Kabuto simplemente ya no existía. Pues para la mente de los demás, fue remplazado por otra persona y nada más, así de sencillo. Fue por eso que la ninja Nono jamás le identifico. Pues no era Kabuto quien estaba adelante ella si no un extraño que habían ordenado a asesinar. Y eso era porque él era un espía excelente, y por lo tanto sabía necesario. Y aquello, era peligroso. Por lo tanto era necesario. La idea de La Raíz siempre fue que ambos ninjas se mataran mutuamente. Y de caso contrario, habían mandado al mismo hombre que le estaba relatando todo para matarlos a ambos, en caso de que alguno hubiera sobrevivido. Pero este ninja, yendo en contra de todas las órdenes, tenía otros intereses personales. Y era que Kabuto le interesaba, desde el primer momento en que le vio. Había descubierto el enorme potencial de ese muchacho y, si estaba dispuesto, se ofreció nuevamente a ser su mentor. Kabuto aceptó.

Este hombre se encargó de darle a él una identidad nueva. De ahora en adelante, Kabuto sería un sobreviviente de la Batalla del Paso de las Campanillas, adoptado y criado por el capitán médico de Konoha.

Poco a poco, gracias a las dotes médicas de Kabuto y su maquiavélica forma de pensar y actuar, se convirtió en la mano derecha de aquel siniestro personaje, siendo su asistente y médico personal. Además con la pericia médica que le había enseñado su madre adoptiva y su gran inteligencia, el joven fue capaz de llevar a cabo experimentos con seres humanos junto con su mentor, mientras que al mismo tiempo aumentaba su propio conocimiento del cuerpo humano. A pesar de su edad, con su amplio conocimiento del arte médico y del cuerpo humano, Kabuto puede reparar cualquier daño que inflijan en su cuerpo y dañar gravemente a una persona con algo tan simple como tocarlos. También ha desarrollado la capacidad única de ser capaz de reactivar las células muertas y hacer crecer otras nuevas de su mismo organismo.

En su afán de encontrarse a sí mismo, Kabuto está convencido que la única forma en que lo logrará es poseyendo un poco de todo. Lo que lo llevó a implantarse el ADN de varias personas. Por eso a la muerte de su mentor, se inyectó injertos de células y tejidos que comenzaron lentamente a posesionarse de su cuerpo, pero se resistió. Después de algún tiempo él logró el control sobre el material genético de su antiguo mentor, cambiando su aspecto drásticamente teniendo escamas en la cara, en los brazos y presuntamente, el resto del cuerpo, apoderándose de su conocimiento y fuerza. Sin embargo, desde la fusión de los restos en su cuerpo, Kabuto ha demostrado una mayor ambición de superar a su maestro, interesado en promover y ampliar sus conocimientos en las jutsus, objetivo principal de su antiguo maestro. Kabuto mismo declaró que ahora haría lo que él quería hacer, pues no sentía ninguna lealtad a las personas o incluso a los del pueblo que lo criaron, que detestaba el hecho de que él había sido educado por el enemigo de su pueblo. Pero en privado sigue afirmando que no sabe quién es en realidad ni tampoco en lo que quiere llegar a convertirse.

El está convencido que la única forma en que lo lograra es poseer un poco de todo y la información que conlleva, es teniendo todos los conocimientos de las personas en el mundo, que es extraído del ADN. Poco importa si fallece la persona en el camino. Lo importante, es hacerse de aquellos conocimientos. Ese fue el motivo de por qué Kabuto participó en la guerra, aprovechándose de esta para sus propios propósitos de la experimentación haciendo sucumbir a cientos de personas de las naciones a su paso. Sin embargo, la guerra finalizó y con ella, él fue derrotado al igual que todos sus planes. Así que al final el huyó de aquel lugar tan lejano, sabiendo allá no habría región alguna donde pudiera seguir viviendo sin el miedo de ser perseguido, tan similar a sus años como espía. Aún en una continente tan lejano como lo era Europa, él sabía que no estaría a salvo. Era cuestión de tiempo que tarde o temprano mandaras tras él para ser asesinado. Por lo que representaba. Por ser uno de los principales promotores de la guerra, ser un espía y un traidor, calificado como un “ninja renegado”. Sobretodo por los secretos que guarda en su cuerpo. Era alguien condenado a ser exterminado.

Objetos personales

• Dentro de su bolsillo, siempre trae consigo un pequeño kit de herramientas quirúrgicas y además un juego de bisturíes. Siempre las tiene a la mano. Siempre.

• Tiene un juego de cartas de información Ninja. Actualmente no tiene uso, pero se trata de cuatros años de trabajo que hiciera como para descartarlo tan fácilmente. Lo hará, si viera que ya no tienen utilidad alguna.

Otros datos

• Tiene amnesia acerca de sus orígenes. No recuerda nada de su aldea, de sus padres o siquiera su verdadero nombre.

Imágenes

Primera apariencia