—silent tears.

descripción física.
Posee absolutamente todas las características de una mujer agresiva, más lo destacable de toda una figura sugestiva femenina. Su cuerpo se encuentra en forma, delgada y con una musculatura mínima, no se marcan como lo tendría alguna deportista pues ella no lo es, pero a primera vista se aprecia un físico estupendo. Extremidades extensas y flexibles, subiendo por sus piernas está el trasero que causa accidentes a quien lo mire debido a su firmeza y… tamaño considerable. Como vulgarmente algunos le dicen es un “camión” dada su delantera también, aunque Missere frecuenta a usar ropas que resaltan todos sus atributos.  Le gustan las chaquetas, botas largas y con tachas a veces, ropa de cuero y con un notorio gusto por el color chocolate. Su cabello es un mar dorado, es lo más cercano a ese tono por lo que se ha visto, con un alisado perfecto pero que con frecuencia sus puntas se dan a florecer. Viendo el flequillo parecerá estar bajo los efectos de una permanente, parecería no despeinarse con facilidad, está lo suficientemente entrelazado como para eso. Entonces su extravagante cabellera hace contraste con su piel de una visible coloración tostada, un poco bronceada. Cuando la gente piensa en alguien de origen alemán piensa en un individuo rubio, de ojos azules y de piel sumamente blanca. Por esa razón algunos dudan de su nacionalidad, pues para ser sinceros tiene un aspecto más norteamericano que otra cosa. Eso, hasta que comienza a insultar en su idioma madre. Missere es expresiva con sus rasgos faciales, muy fácil se nota su satisfacción o enojo, mayormente el delator es su penetrante y luminosa mirada. Sus ojos perlados son como dos pequeños y sensuales zafiros, bajo una manta de largas y negruzcas pestañas. Nariz respingada, y labios finos como una suave línea rosada. No es de repartir sonrisas a menudo, por lo que se nota cuando está forzada a hacerlo ya que al curvar sus labios puede ofrece una sonrisa tétrica y retorcida, de esas que a uno le da más bien escalofríos. Por lo tanto, Missere estando feliz quizás sea una pesadilla.

Con respecto a los rasgos dignos de su raza: Es dueña de una extensa cola de un bordo tirando a marrón, de una medida desde su cintura hasta recostarse en el suelo. Ésta se ve protegida por un camino de púas hasta la punta, donde se intensifica hasta cubrirla desproporcionalmente. Sus alas mantienen la misma estética, en cada extremo cuenta con filos negros y cortantes, los cuales se rumorean traen veneno aunque francamente ella no sabe cómo usarlos. Se asemejan más que nada a las alas semi transparentes y carcomidas alas de un murciélago, obviamente su tamaño es proporcional para mantener el peso de su cuerpo. Sin embargo, pese a todo esto Missere no saca partido de dichas características, en primer lugar porque no sabe controlarlas por lo que no son sobresalientes, o sea, están ocultar en sí misma. Aunque, a simple vista, lo que si puede verse son sus diminutos cuernos oscuros que se ubican a la altura del comienzo de su flequillo, a los costados, solo hay que ser muy observador para notarlos. Crecen a paso muy lento, a medida que ella lo hace, especulando quizás a los cuarenta años sean medianos.

descripción psicológica.
Hablar sobre su persona es bastante simple, pero las complicaciones que conlleva no lo son tanto. En primer lugar hay que destacar que es un individuo cambiante, vulnerable a los va y viene de la cotidianidad, por lo que enfrasca su ira hasta que sus venas hierven y se ampollan; le es de gran trabajo mantener un autocontrol regular y corriente. Su paciencia, que Dios se apiade, tiene una extensión relativamente corta. Si tuviéramos que describirla en una simple palabra, esa sería antropófaga. Ella es una leona en celo, una criatura salvaje y con mucho con que sobrevivir; inteligencia, frivolidad, y descaramiento. Aunque quién no se ha equivocado alguna vez, arrastrado por la rabia y los reflejos de ésta, provocando arrepentimientos previos. En verdad, cuando está cegada por la ira, su mente se ve nublada, son saltos que normalmente se generan cuando está bajo mucha presión o su paciencia disminuye como espuma. Además posee una extraordinaria fuerza bruta que está dispuesta a usar en caso de que sea necesario, aunque en ocasiones, al ser técnicamente innato, es capaz de dañar sin intenciones de provocar algún mal. O algo mayor que un susto. Pequeños accidentes para nada mortales, hasta ahora según su registro. A simple vista ya notarán que no simpatiza con casi nadie, esa forma de estar aislada, de tratar a los desconocidos, no la ubica en una posición favorable con respecto a su sociabilidad. Digamos que se encuentra al margen de la sociedad, totalmente excluida, tampoco es que anhele ser aceptada por el resto, hacer amigos o algo similar. Missere es una dragona sin nada que perder o algo por lo que luchar, si se sabría lo herida que se encuentra internamente tal vez sientan algo de lástima por su infeliz persona, pero qué sé yo.

Su vocabulario está relacionado con la vulgaridad con la que se maneja habitualmente; por favor mató a gracias y éste último se suicidó, ¿comprenden?. Una lengua filosa y cruda, algunos dicen que es introvertida pero la verdad no es así, dice lo que piensa sin complicaciones y sálvese quien pueda. Sarcástica cuando quiere, le gusta el sarcasmo. Tiene una manera especial de expresar sus sentimientos, que es disfrazarlos, ya que no está acostumbrada a expresarse como cualquier otro, sin embargo deja claro la razón y el punto. Y con esto estamos llegando a otro terreno. Cómo digo esto... a pesar de siempre demostrarse distante y oscura, estará allí el carácter protector y desprendida que también la destaca cuando menos lo esperes. En otras palabras, su corazón es más frío que el hielo, quemará inclusive más que ese elemento, pero sin duda alguna es portadora de uno. Cada vez más precipitado, más fuerte, más sonoro, ella odia esto pero sabe que no es muy diferente a lo que puede sentir algún otro ser viviente. Sin duda alguna es un hueso duro de roer, más no es imposible apelar a su corazón a pasos cautelosos y seguros. Como un peligroso diamante en bruto.

gustos.
Le gusta estar serena, sus dolores de cabeza se reducen y no son tan punzantes entonces. Ha heredado esas migrañas que la obligan a tomar habitualmente pastillas. Ella es amante de la paz, el silencio y el sosiego, prefiere los lugares calmados y solitarios pues solo así puede encontrar la calma. No se siente a gusto envuelta en peleas, conflictos, la violencia, pero son detalles que, aunque no los prefiera, no los puede excluir de su cotidianidad. O de su personalidad. ¿Saben? Ella no sabe tocar ningún instrumento, estudió clases de piano pero no pudo aprender completamente. Sin embargo hay un ritmo que sabe tocar perfectamente, sin saber leer partituras, lo tiene en la cabeza, aquel que su madre le enseñó desde la cuna. Tiene predilección por los menores, aquellos inocentes que reflejan lo que alguna vez fue son los más capaces para ponerla en una posición desconocida y sorprendente. Lo picante ¡le encanta ese sabor!, al igual que la carne o la comida chatarra.

odios.
La lista estaría encabezada por lo que le da hincapié a sus arrancones de ira: la interminable muchedumbre, el bullicio, la psicología inversa, las provocaciones, y por último la angustia. Por esos cinco demonios se ve atormentada. Se siente poco atraída hacia la sociedad y todo lo que la compone, sus intereses no rozan ni en lo más mínimo “ser parte de algo”. Detesta que sean muy insistentes también. Compartir diálogo la hace sufrir, siempre tiene que demostrar su descarado vocabulario callejero. Es una mujer sin pelos en la lengua y picante cuando separa sus labios. Lágrimas. La ponen nerviosa, de alguna forma indefensa, sin saber qué hacer. Debido a su carácter desconsiderado, no tiene capacidad para responder.

historia.
Nos meteremos en los más melosos recuerdos, aquellos que nunca toca, esos que guarda en las oscuras profundidades de su corazón. Frecuentemente son los que más duelen.

Poco recuerda sobre su madre, con el paso de los años se le fue borrando aquel seráfico rostro de su memoria, pues falleció sin la posibilidad de ver a su única hija cumplir por pocos días sus cuatro años de vida. Sabe que su nombre era Sophia, oriunda de Norteamérica, New York. Se rumoreaba sobre su fantástica persona, una alegre y dulzona, poseía un temple particular y le daba siempre un toque positivo a la situación, ya sea mala o muy mala. Sophia fue una mujer espléndida, eso es lo que dicen, y así quedó para ella. Sin embargo en Missere no ocupó un gran espacio, aunque en verdad le hubiera gustado que fuera así, pero el centro de su existencia siempre fue su padre, Heinrich. Él era un ex-militar que tuvo que retirarse temprano del ejercito alemán (Herr) debido a un grave accidente en el que perdió la pierna derecha. Nunca pudo recuperarse por completo, y con su pierna ortopédica jamás se sintió a gusto. Sin embargo éste veterano encontró un hobby en su eterna estadía en casa, había comenzado a escribir, sobre todos poemas que le brillaban de la nada. Missere recuerda que, mientras los escribía, ella se recostaba sobre su pecho y los oía, hasta por fin quedarse dormida. Ese es su momento preferido de toda su infancia general, pues le encantaba estar con su padre debido al gran afecto que le tenía. Siendo una niña pequeña tenía noción de su situación, no había nadie más que se encargara de su persona, salvo aquel hombre a quien amaba infinitamente. ¿Amigos? ¿Para qué?, en la escuela jugaba sola, tenía sus propios juguetes, pero cuando alguien se le acercaba no dudaba en prestarlos y ser acompañada. Resulta que le habían enseñado a ser amable aunque la gente no le cayera bien, ya que todo en la vida volvía tarde o temprano. Entonces optó por ser solidaria. En términos generales era una niña normal, con sus diferencias, pero al fin y al cabo disfrutaba de lo que tenía en ese entonces. No sabía del secreto de su padre, sobre la raza que le fue transmitida genéticamente, pensó que sería mejor que no lo sepa nunca para garantizar la seguridad de ambos.

Simplemente no confiaba en que su hija fuera astuta como lo fue él toda su vida al ocultar lo que era realmente.

Sucedió que todo se vino abajo cuando también murió Heinrich. Se pensó entre vecinos “¡qué desgracia tan grande, pobre niña!”, perderlo, con quien tantos años compartió, la consumió. Sí, fue una gran desgracia que muriera de cáncer, y sí, fue una pobre niña que quedó huérfana a los doce años. Dijeron que se recuperaría, que era una chica fuerte y lo suficientemente madura para comprenderlo. Pero todos erraron, sobre todo en la parte de opinar por ella sobre ella. Cada casa adoptiva eran un infierno, como no, los rumores de lo que sucede allí los vivió en carne y hueso. Con eso comenzó a endurecerse. Todas las familias con las que convivió tuvieron pleitos y fuertes discutas que terminaban siempre en el mismo lugar; nuevamente en el orfanato. Los días de sol habían terminado y eso lo asimiló tarde, entonces se encerró en sí misma, y así fue como salió a la luz la segunda versión de su persona. Básicamente, la que conocemos ahora. Olvidando lo que alguna vez aprendió sobre respeto y generosidad, cada vez que era molestada no dudaba en reventar cabezas con la pared. Esto llamó mucho la atención, no por la agresividad, sino por el grado de fuerza que ejercía. Sin mentir, a ella también le sorprendió que su ira le otorgará  una brutalidad admirable y temible.

Una serie de eventos la hundieron definitivamente. Tras soportar tanto acoso y explotación, confusión y rabia, canalizó y explotó energía acumulada, lo que provocó un gran terremoto en medio para horror del público que observaba. Ella movió la tierra, ¿y?. No tuvo más remedio que huir de las miradas acusadoras y furiosas de la gente presente, sin embargo algo salió muy mal. Unas personas la tomaron por sorpresa y la llevaron hasta un callejón para aislarla de la multitud, viendo que era una mujer ruda y fuerte, con apenas diecisiete años, sin piedad la golpearon varias veces en el rostro. Fue una gran lucha, hasta ellos lo admitieron, pero de un rodillazo en el estómago consiguieron por fin debilitarla por completo. En ese momento solamente se le vino a la mente las últimas palabras de su padre, dirigidas hacia ella; “Mein herz, Mädchen gutes”. Y casi lagrimeando, su vista se nubló para finalmente terminar de desmayarse. Para Missere nada había salido bien desde aquel fatídico día, pero encontrarse en un mercado que vendía seres como ella superaba su expectativa, pues fue el colmo de su mala suerte. ¿Quién dice que no ha intentado escapar? Seguramente no son los mismos que ya saben que eso es imposible. Cinco años después sigue esperando algo que se niega a comprender.

objetos personales.
Una cadena plateada que tiene la palabra hope.

datos extras.
● Posee algunos problemas respiratorios leves, nada demasiado grave, y esto es así debido a que padece de una situación congénita llamada dextrocardia; su corazón se encuentra del lado derecho en el pecho. No puede agitarse excesivamente.
● En el fondo, Missere tiene miedo de llegar a querer demasiado a una persona. No quiere darse ese lujo nuevamente.
● Habla perfectamente inglés y, obviamente, alemán.