La naissance d'une rose noire

✙ Apodo: Angie, Enana.

✙ Nombre: Angelique

✙ Apellido: Valkreuz

✙ Edad: 18 años

✙ Nacionalidad: Francesa

✙ Empleo: Escritora

✙ Raza: Humana

✙ Sexo: Femenino

✙ Tendencia sexual: Heterosexual

✙ Descripción Física ✙

Para sus cumplidos dieciocho años, alcanza una altura mínima de un metro y sesenta y cinco centímetros, siendo burla por su baja estatura. De exquisita proporción femenina sin ser exagerada y mucho menos carente de dichos atributos y de complexión curveada siendo un deleite para el ojo masculino y la envidia de las féminas que gustan de la crítica y el chisme a rumores. De piel clara sin ser lechosa, dejando lucir un leve rubor rosáceo apenas claro sobre su rostro en forma de diamante. Siempre cuidando cada aspecto de su apariencia, tanto de la suavidad de la piel hasta las puntas de su cabello, ya que ninguna debe permanecer fuera de su sitio. Tomando el mismo tema de sus hebras, son de un matiz plateado teniendo una extraordinaria longitud al extremo de casi tocar los talones de su dueña. En la mayor parte del tiempo prefiere mantenerlo suelto, pues le gusta sentir el viento entre sus mechones. Sus ojos, aquellos misteriosos e inexpresivos orbes, muestran un tono azulado, haciendo juego de una manera extra y grácil con el contraste níveo de su cabellera y piel. Esos pequeños labios siempre rosados, muestran raramente una delicada sonrisa sobre su rostro, pudiendo ser tan confusa como misteriosa sin revelar exactamente cuáles son las verdaderas intenciones de la doncella.

Gusta de la ropa cara y no escatima en gastos cuando se refiere a esta, pues siempre se le ve con ropa de marca o en efecto, única a petición de la misma escritora. Solicitando en todo momento y a toda hora el apoyo de los mejores diseñadores de todo el  mundo.

✙ Descripción Psicológica ✙

Como bien se menciona con anterioridad, es una chica que gusta de lo bueno y sobre todo de lo caro por lo que ha llegado a derrochar dinero como si fueran gotas en temporada de lluvias, no sabe lo que es administrar y mucho menos ahorrar. Para ella las puertas siempre estarán abiertas con un chasquido u orden directa de su boca. Altiva y presumida, siempre siendo mejor que los demás y nadie mejor que ella, se siente dueña y señora de todo, incluso de las vidas humanas a las cuales considera única y meramente pasajes a abrirse en un nuevo mundo, siempre tratando de relacionarse con la gente que le contraigan un beneficio. Sin embargo, sabe cuidar aquella forma de ser tras una hipócrita máscara de bondad y gentileza, siempre ha sido el centro de atención por su bondadosa forma de ser, ganando la impecable reputación de ángel encarnado y otras circunstancias, toda una santa inmaculada. Elegante y grácil en su andar, en su caminar incluso en el movimiento de su muñeca es un verdadero arte, siempre calculando los pasos que dará a continuación, planeando y futurizando lo que vendrá buscando lo mejor a su conveniencia. Pero tras éste caos humano hay una faceta que nunca ha mostrado y aquellos que han visto al demonio nunca creerían y es aquél donde surge la verdadera naturaleza humana, el corazón frágil de una señorita solitaria, con un único miedo y aunque resulte inmaduro es aquel donde el amor la haga bajar su defensa.

✙ Gustos ✙

* La lectura. Debido a su profesión de cabecera ha tenido que leer novelas de sus competidores, resultándoles algunas de agrado.
* El té. Adora tomar el té en épocas que lo ameriten, siempre deleitándose con el té de limón.
* La música, púes en cierta medida es fuente de inspiración para sus escritos.
* Derrochar dinero en grandes cantidades.
* El temporal de lluvias y la estación invernal.
* La magia, por lo que sigue siendo impresionada por los trucos baratos.
* La única compañía humana que puede soportarla, su primo.

✙ Odios ✙

* Las burlas referentes a su estatura.
* El café. Le provoca nauseas.
* El chocolate. Sobre todo aquel que contenga un sabor muy dulce.
* Las arañas. Les tiene pánico.
* Que sus caprichos no sean cumplidos en el acto.

✙ Historia ✙

Todo empieza de manera clásica y a modo de cliché. Donde una pareja, condenada por el amor, deciden concebir el fruto de su puro sentimiento. La historia empieza donde él, un magnate de la industria automotriz decide tomar un descanso de sus agotantes labores en la empresa a bordo de un crucero, ella una novata en la industria de la moda (aquí es donde empezará esa fascinación por la ropa única). Ambos sin saber la existencia del otro, quedarían marcados por un suceso extraño o quizá ya visto, donde ella pierde una pierde su sombrero y cae en manos del caballero que pronto considera como interesante y atractivo. Pero bueno, nadie puede juzgar éste tipo de escenas de película, a final de cuentas la vida trabaja bajo sus reglas y a su capricho y todos, todos, somos piezas en su extenso tablero de mesa. Decidieron citarse aquella misma noche, conocerse y quizá pasarla bien un buen rato, lo cual así resultó y mejor de lo que esperaban, púes a pesar del término de aquella travesía decidieron mantener contacto sin importar la distancia.

Pasaron exactamente 3 años para que aquel hombre tomara la iniciativa y le pidiera matrimonio a la dama, quién aceptó sin vacilar la propuesta. La boda se llevó a cabo en una iglesia francesa, creyendo que la ciudad del amor traería suerte y bendiciones a su nueva vida. Una boda de ensueño, lo que cualquiera desearía se encontraba en arreglos, banquetes y regalos y entonces, aquella noche donde se entregaron en perfecto amor y confianza cuando el producto de aquél amor, pronto sería la semilla turbia de la familia. Y a la familia se les unió una única primogénita, la pequeña bebe de calmada actitud al nacer y que poco a poco lucia aquella albina cabellera que en su momento era una maravilla tanto para los padres como para los abuelos. A los 4 años empezó su educación y transformación a petición, sueños y exigencias de sus padres. El sueño perfecto de tener una hija perfecta en todo aspecto. Instruida por los mejores profesores, los mejores docentes en cada materia conocida y como cualquier engendro rico, era cuidada por varias niñeras (como siempre, ellos ocupados en sus labores). Añoraba con mucho ahínco el tenerlos a su lado, compartir un grato momento.

Y su deseo sería cumplido pero no de la manera esperada y mucho menos como ella lo soñaba. A sus 13 años conocería la industria de la moda. Su madre ya era conocida por sus exquisitos diseños pero por desgracia, una de sus modelos decidió traicionarla al irse con la competencia. Sin tiempo de buscar alguna otra decidió que su propia hija sería parte de su séquito de modelos. Debido al gran trabajo realizado, su madre decidió premiarla con lo que ella más quisiera y entonces, aquellos sueños de su infancia desaparecieron para dar paso a la nueva y bizarra realidad de lo material. Sabía que la única forma de obtener lo que quisiera era mantener una actitud sumisa y cálida ante ellos y ante el mundo. Finalmente la semilla turbia floreció en una rosa negra con espinas peligrosas, dispuestas a encantar y lastimar aquellos que decidieran arrancarla de su sitio, dispuesta a sangrar a aquellos que le contrajeran una ganancia, aun si fueran sus padres y así lo hizo hasta el fatídico día.

Aquel día ella había cumplido sus 18 años, los esperaba para celebrar el suceso del año y seguía esperando hasta caída la noche. La media noche y seguía sin ver aquel ostentoso auto de su padre a la vista pero ni el ruido del motor, de algún motor a la lejanía se escuchaba. Enojada y al borde de un berrinche, decidió retirarse a dormir  púes lo que esperaba no llegaba y le enfurecía al punto de maldecirlos. Al día siguiente, la muchedumbre estaba en la sala principal de la mansión, con rostros poseídos por la tristeza y húmedos por las lágrimas derramadas sin cesar. Su niñera, una mujer de sesenta años tuvo que darle la noticia, sus padres habían fallecido en un accidente automovilístico lo que la dejó totalmente petrificada durante las tres semanas posteriores. Apenas comía, apenas hablaba incluso apenas respiraba. Su pequeño castillo de arena se derrumbaba ante sus ojos y no podía hacer nada para cambiar el destino de lo sucedido. Su único tío, hermano de su padre, estaba preocupado por la situación o más bien por la herencia, por lo que decidió responsabilizarse de la chica quién no tardo en desertar de su hipócrita ayuda (ya sabía identificar a los suyos) pero no podían dejarla sola pese a la extensa línea de servidumbre con la que contaba. Entonces, recordó aquel chico que hacía tiempo jugaba con ella, la única persona entonces que podía hacer florecer sus sentimientos con naturalidad, su primo Iván. Pero había un ligero problema con respecto a él, se encontraba en la cárcel y como pudo y con las influencias con las que ya contaba en aquél entonces, lo logró. Con él a su lado estaba segura de algo, la compañía estaba asegurada y su fortuna estaría lejos de cualquier otro individuo que se auto-proclamara familiar.

✙ Objetos personales ✙

* Posee un rosario que siempre lleva consigo. Regalo de su madre en uno de sus cumpleaños.
* Una pluma dorada. El primer lujo que se dio al iniciar su carrera como escritora.

✙ Datos extras ✙

* Mantiene una interminable colección de libros de su competencia, masoquista o simplemente una manera de estudiar su modo de escritura.
* Lleva consigo una libreta negra. Utilizada como agenda y en su mayor tiempo, como lista negra.

✙ Imágenes ✙

✙ Procedencia: AliveZ
✙ Nombre real: Ibara Takekawa