RUNNING AWAY—.

¿Apodos? Ella se ve alejada de esas muestras de afecto u odio. Sin embargo pueden llamarla simplemente por su segundo nombre, aunque no acostumbra a responder por aquel. Geneviève es el nombramiento que le han otorgado, Léa fue el nombre de su abuela y su padre encontró gusto en ponérselo. Éste ejemplar tiene veintiún años de edad y cuatro de antigüedad en Wild Love. Nacida en Lyon, Francia, le da a ésta tigresa su nacionalidad francesa. Como es una mujer con convicción, asegura libremente su interés tanto por femeninas como masculinos (aunque nunca se ha demostrado llamativa por alguno, ni siquiera por un compañero) por lo que es claro, va de la mano con la bisexualidad.

descripción física. Posee absolutamente todas las características de una mujer agresiva, más lo destacable de toda una figura sugestiva femenina. Su cuerpo se encuentra en forma, delgada y con una musculatura mínima, no se marcan como lo tendría alguna deportista pues ella no lo es, pero a primera vista se aprecia un físico estupendo. Extremidades extensas y flexibles, subiendo por sus piernas está el trasero que causa accidentes a quien lo mire debido a su firmeza y… tamaño considerable. Como vulgarmente algunos le dicen es un “camión” dada su delantera también, aunque Geneviève no frecuenta a usar ropas que resaltan todos sus atributos, simplemente se asoman. Su cabello es un mar acaramelado, porta un tono semejante en el mismo, con un alisado perfecto pero que con frecuencia sus puntas se dan a florecer. Nuca fue de tener flequillo, ignora el hecho, pero sí algunos mechones a los costados de su vista. Entonces su extravagante cabellera hace contraste con su piel de una visible coloración blanca, un poco bronceada. Es expresiva con sus rasgos faciales, muy fácil se nota su satisfacción o enojo, mayormente el delator es su penetrante y luminosa mirada. Sus ojos violáceos son como dos grandes y sensuales piedras, bajo una manta de largas y negruzcas pestañas. Nariz respingada, y labios finos como una suave línea rosada. No es de repartir sonrisas a menudo, por lo que se nota cuando está forzada a hacerlo ya que al curvar sus labios puede ofrece una sonrisa tétrica y retorcida, de esas que a uno le da más bien escalofríos. Por lo tanto, Geneviève estando feliz quizás no sea lo esperado. Con respecto a los rasgos dignos de su raza, solamente son notables dos pequeñas orejas que portan el mismo tono de su cabello. No tiene cola, pero sí débiles rayas en su espalda delatando su raza de felino, una tigresa.

descripción psicológica. Geneviève es, y sin dejar espacio a dudas, la viva imagen de la expresión 'una bomba de tiempo'. Justamente ella es así, siempre a punto de estallar. Siempre a la espera de recibir esa chispa que hará combustión en su persona y la volverá en una fémina mal humorada y de genio insufrible. ¿Qué detona su carácter? Prácticamente todo. No es alguien que se caracterice por su gran paciencia ni su gentileza al hablar, sino más bien todo lo contrario: es un individuo agresivo, sincera hasta la médula, y terca como lo fue su padre. No sabe guardarse sus opiniones, pues la vida le inculcó a decir exactamente lo que pasa por su cerebro, tal cual, casi sin procesarlo. Sin embargo, la otra cara de la moneda le impide ser completamente honesta acerca de sus sentimientos, pues ha tenido que desconectar la cabeza del corazón, para así evitarse malos ratos. Es algo gruñona pero lo suficientemente reservada como para ganarse la confianza de aquellos que la rodean, pues es una gran confidente, de palabras directas, que no se toca el corazón al ofrecer su opinión sincera. Evidentemente, no a todas las personas les agrada tenerla cerca, pues puede dar la impresión de ser una mujer arrogante y pedante, aunque realmente no abunde mucho de ello. Prefiere su privacidad y raras —muy raras— veces se la verá alardear de alguna hazaña, pues gusta de guardarse sus victorias para sí misma. Es meramente orgullosa y no habitúa dar su brazo a torcer, aun si la situación se vea por completo en su contra. Es perseverante, medianamente ambiciosa y, para su sorpresa, muchos lo han tachado de ser una joven caprichosa... y hasta malcriada. Sorprendentemente, Geneviève tiene muchas inseguridades, más que nada por dejarse influenciar por personas mal intencionadas. Es perfeccionista, lo que contribuye a que tenga una imagen muy pobre de sí, pues se exige demasiado, casi a límites de lo imposible. Sin embargo nunca se le verá débil, pues tiene una gran fuerza interior que la mueve y la motiva. Visto de aquel modo, al final es eso: un gato mojado. Aún se encuentra metida en el papel de doceañera, que iba casa por casa con diferentes familias, maduró bruscamente y de una manera que no le desea ni a su peor enemigo ¿saben?. Por eso existe un lado que nadie se ha atrevido a indagar, y más que nada es por el hecho de que nadie ha llegado a calar tan dentro de ella como para demostrar este lado suyo: es considerada como una persona muy sobreprotectora. Es de esa gente apasionadas y entregadas, aunque no siempre sepa demostrarlo con palabras, porque se expresa más con el cuerpo y acciones. Seria es lo primero que salta de su psicología, pero no fría... más bien, un poco reservada, más que nada por su posición actual y nefasta historia.

gustos. Le gusta estar serena, sus dolores de cabeza se reducen y no son tan punzantes entonces. Ha heredado esas migrañas que la obligan a tomar habitualmente pastillas. » Ella es amante de la paz, el silencio y el sosiego, prefiere los lugares calmados y solitarios pues solo así puede encontrar la calma. » No se siente a gusto envuelta en peleas, conflictos, la violencia, pero son detalles que, aunque no los prefiera, no los puede excluir de su cotidianidad. O de su personalidad. » ¿Saben? Ella no sabe tocar ningún instrumento, estudió clases de piano pero no pudo aprender completamente. Sin embargo hay un ritmo que sabe tocar perfectamente, sin saber leer partituras, lo tiene en la cabeza, aquel que su madre le enseñó desde la cuna. » Tiene predilección por los menores, aquellos inocentes que reflejan lo que alguna vez fue son los más capaces para ponerla en una posición desconocida y sorprendente.

disgustos. La lista estaría encabezada por lo que le da hincapié a sus arrancones de ira: la interminable muchedumbre, el bullicio, la psicología inversa, las provocaciones, y por último la angustia. Por esos cinco demonios se ve atormentada. » Se siente poco atraída hacia la sociedad y todo lo que la compone, sus intereses no rozan ni en lo más mínimo 'ser parte de algo'. Detesta que sean muy insistentes también. » Lágrimas. La ponen nerviosa, de alguna forma indefensa, sin saber qué hacer. Siente que no tiene capacidad para responder. » Que le digan huérfana.

historia. Nos meteremos en los más melosos recuerdos, aquellos que nunca toca, esos que guarda en las oscuras profundidades de su corazón. Porque frecuentemente son los que más duelen, y los de ella no son la excepción.

Poco recuerda sobre su madre, con el paso de los años se le fue borrando aquel seráfico rostro de su memoria, pues falleció sin la posibilidad de ver a su única hija cumplir por pocos días sus cuatro años de vida. Sabe que su nombre era Paige, oriunda de Norteamérica, New York. Se rumoreaba sobre su fantástica persona, una alegre y dulzona, poseía un temple particular y le daba siempre un toque positivo a la situación, ya sea mala o muy mala. Paige fue una mujer espléndida, eso es lo que dicen, y así quedó para ella. Sin embargo en Geneviève no ocupó un gran espacio, aunque en verdad le hubiera gustado que fuera así, pero el centro de su existencia siempre fue su padre, Gregory. Él era un ex-militar que tuvo que retirarse temprano de Forces armées françaises (ejército francés) en el que fue parte del ejército de tierra, debido a un grave accidente en el que perdió la pierna derecha. Nunca pudo recuperarse por completo, y con su pierna ortopédica jamás se sintió a gusto. Sin embargo éste veterano encontró un hobby en su eterna estadía en casa, había comenzado a escribir, sobre todos poemas que le brillaban de la nada. Geneviève recuerda que, mientras los escribía, ella se recostaba sobre su pecho y los oía, hasta por fin quedarse dormida. Ese es su momento preferido de toda su infancia general, pues le encantaba estar con su padre debido al gran afecto que le tenía. Siendo una niña pequeña tenía noción de su situación, no había nadie más que se encargara de su persona, salvo aquel hombre a quien amaba infinitamente. ¿Amigos? ¿Para qué?, en la escuela jugaba sola, tenía sus propios juguetes, pero cuando alguien se le acercaba no dudaba en prestarlos y ser acompañada. Resulta que le habían enseñado a ser amable aunque la gente no le cayera bien, ya que todo en la vida volvía tarde o temprano. Entonces optó por ser solidaria. En términos generales era una niña normal, con sus diferencias, pero al fin y al cabo disfrutaba de lo que tenía en ese entonces.

Sucedió que todo se vino abajo cuando también murió Gregory. Se pensó entre vecinos "¡qué desgracia tan grande, pobre niña!", perderlo, con quien tantos años compartió, la consumió. Sí, fue una gran desgracia que muriera de cáncer, y sí, fue una pobre niña que quedó huérfana a los doce años. Dijeron que se recuperaría, que era una chica fuerte y lo suficientemente madura para comprenderlo. Pero todos erraron, sobre todo en la parte de opinar por ella sobre ella. Cada casa adoptiva era un infierno, cómo no, los rumores de lo que sucede allí los vivió en carne y hueso. Con eso comenzó a endurecerse. Todas las familias con las que convivió tuvieron pleitos y fuertes discutas que terminaban siempre en el mismo lugar; nuevamente en el orfanato. Los días de sol habían terminado y eso lo asimiló tarde, entonces se encerró en sí misma, y así fue como salió a la luz la segunda versión de su persona. Básicamente, la que conocemos ahora. Olvidando lo que alguna vez aprendió sobre respeto y generosidad, cada vez que era molestada no dudaba en reventar cabezas con la pared. Esto llamó mucho la atención, no por la agresividad, sino por el grado de fuerza que ejercía. Sin mentir, a ella también le sorprendió que su ira le otorgará una brutalidad admirable y temible.

¿Cómo terminó en la afamada tienda de Wild Love? Tenía diecisiete años de edad cuando sucedió aquello. La última familia que tuvo la abandonó en dicho sitio dado a que se negaban a seguir cuidando de su persona, y como se estaba haciendo bastante mayor, vieron adecuado ponerla en una tienda de mascotas, como si en verdad se tratase de una. Geneviève se negó rotundamente al comienzo, ¡ni pensarlo!, pero no tenía un lugar a donde ir, relaciones o gente que pudiera ayudarla, cosechó lo mismo que sembró todos esos años. Injustamente, por supuesto. Sin embargo eso no la cambió nada en lo absoluto, pues ya ha aguantado cuatro años encerrada en su cuarto viendo como la vida se le va.

objetos personales. No porta nada que sea considerado de gran valor, además de vestimentas y cosas sencillas e indispensables en su estancia. Sin embargo, sí tiene a su disposición un inhalador y algunos frascos con medicina.

datos extras. 1) Su gran debilidad, es el momento en el que manosean su pasado. Nombrando a su padre o a su madre, a la que no recuerda ya, es inapropiado. Se torna un ápice más arrolladora y suele cambiar el tema enseguida.
2) El aroma de los cigarrillos mentolados, es la fragancia de su infancia. Aunque, obviamente, no los fuma.
3) Además de sus migrañas, también padece de asma nerviosa. Quién lo diría, si se encuentra demasiado nerviosa o presionada aparecen espasmos en los bronquios y los bronquiolos, por lo que trae entre sus ropas un aerosol cromolina.