Hello, I'm the Doctor! || ID

Bien, a ver... Empezando por su nombre, ha de quedar claro que es desconocido para absolutamente todos. Después de estar viviendo en la Tierra, puede que incluso ni él lo recuerde. Sin embargo, cuando se presenta, lo hace como el Doctor. Tiene aproximadamente 200 años, y aparenta curiosamente, entre 25 y 30 años. Esta actualmente desempleado, porque claro, ¿quién querría a una persona con un aspecto tan irresponsable en su negocio? Pertenece a la raza de los alienígenas, mejor conocidos como Señores del Tiempo. Al ser un extraterrestre, podría pensarse que su sexo no está definido correctamente, pero esto es erróneo, así que en el idioma humano se consideraría un hombre, sin aparente intereses sexual, entrando entonces en la categoría de asexual.

Pues bien, entonces. ¿Qué podría decirse de lo físico? Si le vieras por primera vez, ni pasaría por tu cabeza que no es de este mundo. Podrá llegar a parecer un poco excéntrico y extraño, pero ¿un alien? Eso sería impensable. Mide aproximadamente 180 centímetros, buena razón para decir que es alto. No es que medir un metro ochenta te haga automáticamente alto, claro que no, pero créeme cuando te digo que no todos los aliens son tan altos. Es de contextura delgada, quizás más de lo debido. No parece enfermo, claro, pero si es bastante menudo; en ocasiones, sobre todo cuando se recuesta, se marcan sus costillas y los huesos de sus caderas. Esta dotado con un rostro extraño, como si fuera un niño y un adulto al mismo tiempo. Posee rasgos masculinos, como por ejemplo los pómulos bien marcados o las sombras que hace su cara cuando esta serio, pero también tiene rasgos aniñados, poniendo como único ejemplo su cara cuando sonríe. Lleva el cabello corto y de color castaño, con un corte igual de raro que él, muy corto del lado izquierdo y más largo del derecho, llevando el flequillo casi como una raya hacía este lado. Normalmente es lacio, y sedoso, pero tiene sus días de locura y es imposible arreglarlo. Sus ojos son de color entre verde y gris, afilados y redondeados al mismo tiempo. Lucen cansados e hiperactivos al mismo tiempo, por lo que es raro saber que piensa mirándole el rostro. Su piel es de un noto lechoso, blanquecina pero sin pasarse, puede broncearse si quiere pero prefiere no hacerlo, no le queda exactamente bien la piel tostada.
A la hora de vestir, bendito sea. La única palabra para describir su ropa es desarreglado. Pareciera que no tuvo tiempo de arreglarse en la mañana y tomó lo primero que tuvo a mano; en este caso serían pantalones de vestir negros, en conjunto con una camisa blanca y un saco de tonos beige. Hasta ahí todo bien, claro, si no fuera por la pajarita roja que adorna su cuello y los tirantes a juego que sujetan sus pantalones. Si, definitivamente llamarle el Doctor desarreglado no es por nada.

Pasamos finalmente a lo psicológico, sostengo firmemente mi idea de que describirlo correctamente sería estúpido y una perdida de tiempo. Y eso que a Doctor le sobra tiempo. Pero bueno; esta reencarnación del Doctor se caracteriza principalmente por ser divertida, inquieta y curiosa. Ha tenido tiempos más serios, pero ahora resulta totalmente lo contrario. Se puede notar a simple vista que él nota cosas que los demás no, crea teorías sobre cosas que nadie pudo notar y sorprende a todos con su capacidad para advertir sobre ciertas cosas también. Para pensar, necesita moverse.  Estar en movimiento es su fuente de energía, y no puede quedarse en un mismo sitio durante más de un minuto. Para el que le vea gritando disparates y moviéndose de acá para allá puede parecer un tonto, pero ciertamente tiene toda la sabiduría que alguien que ha vivido doscientos años en la tierra puede tener. También es más frecuente que lo más elemental e instintivo le pase totalmente desapercibido y tiende a tomar todo lo que la gente dice de un modo completamente literal. No le gusta la violencia ni las armas, pero es de saber –y debo aclarar especialmente esto– que cuando alguien ataca a sus amigos o cercanos si puede ponerse agresivo. Cuando lo desconcierta algo también; suele comenzar a gritar y arrojar cosas, cerrándose en banda a escuchar a quién sea. Puede sonar infantil, pero, vamos, ¿después de todo lo descrito aquí sigues pensando que él no lo es?
Es entusiasta, eufórico, alegre y por sobre todas las cosas extrovertido. No le cuesta absolutamente nada hacer amigos y que la gente confíe en él. Pero así como le es fácil hacer amigos, también le es fácil ganarse enemigos. Igual de alegre es con sus amigos, no dudará en lo más mínimo en hundir a aquel que se haya ganado el título de enemigo tomando las decisiones erróneas.
Es muy buena persona, amable y comprensivo. No puede dejar las cosas a medias, y no le gusta ver a la gente de la Tierra triste. Trata de hacer siempre lo mejor que puede pero, claro, él no es perfecto. A veces se decepciona de si mismo por no poder arreglar todo aunque increíblemente no le lleva más de un segundo recuperarse. Su debilidad más notoria, al menos ahora, son los niños. En donde hayan niños, sobre todo llorando, ahí está él, tratando de arreglar los problemas. Se lleva bien con ellos pues no hacen demasiadas preguntas sobre quién es él y siempre están alegres y contentos. Le caen bien.

Sobre gustos no hay nada escrito ¿verdad? El Doctor es de gustos variados. Un día puede gustarle los dulces y a siguiente odiarlos. Sin embargo, hay gustos en él que permanecen aún con el tiempo y son, por ejemplo la astronomía. Le gustan las estrellas y el espacio en sí, lógico. También le gusta leer, las pajaritas, el color rojo y el azul, los sombreros, entre otras cosas. El gusto más notable en esta regeneración es el de los palitos de pescado con natillas.
Pasando a sus disgustos, no se puede decir mucho. No le gustan ni un poco las armas o la violencia, le parecen innecesarias. No le gusta quedarse solo ni aburrirse, por lo que siempre busca algo que hacer. Detesta no tener algo que hacer, sea lo que sea. Obviamente, no le agrada que molesten a sus seres queridos o que les hagan daño. No tiene muchos disgustos, a decir verdad.

Su historia es larga y sería imposible recordar todos los detalles. Su infancia en sí está muy poco aclarada, pero se sabe que en alguna época tuvo hermanos y vivió en Gallifrey, que está localizado en la constelación de Kasterborous, a 250 millones de años luz de distancia a la Tierra. Sin embargo, éste fue destruido en la Guerra del Tiempo por el mismo Doctor, junto con sus mayores enemigos. Su madre era humana y su padre un explorador de Gallifrey, por lo que tiene la habilidad del mismo para regenerarse cuando esta a punto de morir. Creció en una casa en la ladera de una montaña; eventualmente se rebeló contra los planes de grandeza de Quences y fue exiliado de la familia, robando la TARDIS y dejando Gallifrey para siempre. El mismo Doctor no recuerda mucho de estas épocas, e incluso cuando le preguntan suele contestar evadiendo la pregunta. Aparentemente en alguna época de su vida el Doctor fue padre, pero cuando preguntan cambia inmediatamente de tema, pero se sabe que su hijo se perdió en la Guerra del Tiempo, sin especificar exactamente que le paso. Él tiene muchos familiares no canónicos, aunque con el tiempo todos ellos han desaparecido.
Los recuerdos más vívidos que tiene de esta reencarnación es la de su relación con una muchacha humana, Amelia "Amy" Pond, y su novio, Rory Williams. Conoció a Amy cuando ella tenía siete años y la TARDIS se había salido de control, aterrizando en el patio de su casa. Ella salió a su encuentro y le invitó a entrar a su casa, llegando incluso a prepararle comida; ella creía que era alguien que venía a arreglar la grieta de su cuarto y no estaba tan alejada de la realidad. Dejó la casa de Amelia, avisándole que volvería en cinco minutos, aunque en la Tierra fueran doce años. A partir de ahí, Amy se unió a él en sus viajes por el espacio y el tiempo, ayudándole en gran manera. Tiempo después se les unió e novio –y después esposo– de Amelia. Algunas circunstancias llevaron al Doctor a perder el contacto con Amelia, y desde entonces él vive en la Tierra, pasándose por humano. Aunque claro, las viejas costumbres no se pierden; él de vez en cuando toma su TARDIS y se dedica a viajar como antaño, ayudando a quienes lo necesiten. Sonará muy de héroe de película, pero así es el Doctor.

¿Objetos personales? Ninguno, más que su TARDIS –Time And Relative Dimension In Space, que traducido sería literalmente Tiempo y Relativa Dimensión en el Espacio–. Como datos extras podría decirse que él no puede morir. Cada vez que está cerca de la muerte, se regenera, cambiando totalmente de aspecto. Sin embargo, un daño provocado mientras está regenerándose si lo mataría.